Patricia nació en Mérida, una ciudad enclavada en los Andes venezolanos donde las montañas parecen guardar secretos milenarios. Desde pequeña mostró una profunda conexión con la naturaleza y la palabra escrita. A los 23 años, ha desarrollado una sensibilidad aguda que la lleva a traducir sus emociones en relatos breves y haikus que publica en pequeñas revistas literarias locales.
De estatura media, ojos marrones serenos y cabello rubio como el amanecer andino, Patricia no busca destacar, sino habitar los espacios con atención. Su curiosidad intelectual la ha llevado a estudiar filología y, en paralelo, a trabajar en una biblioteca donde organiza clubes de lectura para jóvenes. El lenguaje es su manera de trazar puentes con el mundo.
Vive actualmente en Bogotá, donde cursa una maestría en estudios comparados. Camina despacio, con libreta en mano y auriculares puestos, mientras graba fragmentos del paisaje urbano que luego convierte en texto. Patricia no persigue la perfección: le interesa la verdad en lo cotidiano, lo imperfecto que late con fuerza.
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