Nayara nació en la calidez vibrante de Medellín, donde las montañas abrazan la ciudad y el ritmo de la vida suena a cumbia y esperanza. Desde pequeña, su curiosidad la empujaba a explorar el mundo más allá de las colinas: soñaba con ser antropóloga, escritora o diseñadora de viajes, pero terminó trazando su propio camino único, lleno de matices y aprendizajes.
Con 24 años y una estatura menuda de 1,57, se mueve por la vida con determinación serena. Sus ojos color miel no solo atrapan la luz, sino también las historias de quienes la rodean; posee una empatía cultivada en familia, barrio y libros. Su cabello castaño cae con naturalidad, enmarcando un rostro donde conviven ternura y decisión.
Actualmente vive en Barcelona, donde estudia diseño sostenible y colabora con proyectos comunitarios en El Raval. Le encanta caminar sola por la playa al atardecer, escribir cartas a sus hermanas y descubrir pequeñas librerías donde siempre encuentra algo que parece esperarla. Nayara no quiere ser famosa: quiere dejar una huella invisible pero duradera en quienes la cruzan.
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